Sin embargo, además de fungir como una herramienta para el control de estas patologías, investigadores estadounidenses auspiciados por el National Cancer Institute y la American Cancer Society han descubierto que la activación física en etapas adultas puede ser la clave para disminuir los riesgos de padecer hasta trece tipos de cáncer, entre ellos el de colon, seno, endometrio, esófago, hígado o la leucemia mieloide.

El estudio que reunió estadísticas de 1, 44 millones de personas en Estados Unidos y Europa de entre los 19 a 98 años de edad, confirmó que en un lapso de 11 años los participantes que implementaron en sus rutinas diarias actividad física moderada a vigorosa redujeron la brecha de incidencia de los tipos de cáncer más comunes, datos que contrastaron con los 187 000 nuevos casos detectados en ese período.

¿Cómo sumarme a este cambio?
Si bien la recomendación general indica un promedio de 150 minutos de activación moderada o 75 minutos de actividad vigorosa semanales en el caso de los adultos y 1 hora tres veces por semana en el caso de infantes, las diversas actividades y la inmediatez de la vida cotidiana imposibilitan la adecuación de una rutina de ejercicios establecida para la mayoría de las personas, sin embargo la American Cancer Society apunta a que basta con pequeños lapsos de actividad para generar el impacto positivo, subrayando por tanto la necesidad de romper con el sedentarismo.
Entre los ejercicios más recomendados para sumarse a esta prevención primaria están la caminata, el baile, trotar, correr, ciclismo, natación, fútbol, tenis y basquetbol.

Ahora que conoces la importancia de activarte para reducir el riesgo de padecer cáncer en varios de sus tipos, recuerda, el cambio está en ti.

FUENTES:
https://www.cancer.org/es/cancer/noticias-recientes/como-el-ejercicio-puede-reducir-el-riesgo-de-cancer.html
https://www.cancer.gov/espanol/noticias/comunicados-de-prensa/2016/mayor-actividad-fisica-asociada